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................. puntos de inflexión ...

*/ Las galletas ...

<strong><font size=4>*/ Las galletas ...</strong></font>

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"Las galletas"

(... encontradas en la red ...)

 

  

Una chica estaba aguardando su vuelo en una sala de espera de un aeropuerto.

Como debía esperar un largo rato, decidió comprar un libro y  también un paquete con galletas...

Se sentó en una sala del aeropuerto para poder descansar y leer en paz...

A dos asientos de ella,  se ubicó un hombre que abrió una revista y empezó a leer.

Entre ellos quedaron las galletas.

Cuando ella tomó la primera,  el hombre también tomó una. Ella se sintió indignada, pero no dijo nada. Apenas pensó: "¡Qué descarado; si yo estuviera más dispuesta, hasta le daría un golpe para que nunca más se le olvide!"... Cada vez que ella tomaba una galleta, el hombre también tomaba una. Aquello la indignaba tanto que no conseguía concentrarse ni reaccionar...

Cuando quedaba apenas una galleta, pensó: "¿Qué hará ahora este abusador?". Entonces, el hombre dividió la última galleta y dejó una mitad para ella...

¡Ah!!! ¡No!!!...  ¡Aquello le pareció demasiado!!!... Se puso a bufar de la rabia!... Cerró su libro y sus cosas y se dirigió al sector del embarque.

Cuando se sentó en el interior del avión, miró dentro del bolso y para su sorpresa,  allí estaba su paquete de galletas intacto, aún cerrado. . . ¡Sintió tanta vergüenza!!!

Sólo entonces percibió lo equivocada que estaba. ¡Había olvidado que sus galletas estaban guardadas dentro de su bolso! ...

El hombre había compartido las suyas sin sentirse indignado, nervioso, consternado o alterado. Y ya no había más tiempo ni posibilidades para explicar o pedir disculpas.

Pero sí para razonar: ¿Cuántas veces en nuestra vida sacamos conclusiones cuando debiéramos observar mejor? ¿Cuántas cosas no son exactamente como pensamos acerca de las personas?

Recuerda; existen cuatro cosas en la vida que no se recuperan: Una piedra, después de haber sido lanzada; una palabra, después de haber sido proferida; una oportunidad, después de haberla perdido; el tiempo, después de haber pasado.

 

 

 

 

 

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4 comentarios

mia -

Bueno...este ralato...aunque cambiando los personajes...en este...la "tacaña" es una señora y el que se come "su paquete" es un chizo joven...aparece en un libro de Jorge Bucay...llamado Cuentos para pensar...este relato concretamente se titula... Galletitas...lo que no sé es si la autoría es del propio Jorge Bucay, ya que el utiliza muchos cuentos ya creados o los transforma para sus terapias...hay otro relato que me encanta de este mismo libro que se llama Obstáculos...no tiene desperdicio...Saludos y Gracias de nuevo

nisu -

ia... La verdad es que estoy buscando al dueño de estas galletas, y es que es un texto que circula por internet y no he encontrado a su "dueño" para decirle que "estaban buenas"...
Pero galleta-regalo-del-bueno la de tu voz en tus mensajes... ¡Esas si que son buenas galletas!
Delicatessen!...
Anei... la verdad es que es un texto simple... y quizás por ello tan cercano y tan real...
En muchas ocasiones, siendo tajante yo creo que siempre, los "grandes problemas" parten de simples equivocaciones... equivocaciones muy simples y de una falta de comunicación...
Muchas veces, siempre, ¡Sigo hoy tajante!, de una historia no sabemos ni la mitad, ¡Qué digo la mitad! Sabemos sólo migajas... y sobre esas migajas hacemos juicios sumarisimos dignos de los mejores inquisidores...
¡Así somos! ¡Paciencia!

Salud para toda/os...

Anei -

Lo he leido y sentí tantas ganas de enviarselo a alguien que me jusgó sin saber que lo que yo estaba haciendo era por amor a mi hija.... pero bueno, creo que Dios se encarga de las cosas mas simples y esta, es solo una de las veces que seré juzgada.
Saludos grandes!!

ia -

¡Caramba, Nisu, qué relato más magnífico has traído!
Y cuánta razón tiene.
Lo mismo pasa cuando hablamos, por ejemplo, ¿nos damos verdadera cuenta de lo que decimos delante de quien??
Algunas veces nos quejamos y lo hacemos ante alguien -que no sabemos- que tiene problemas mucho mayores, y no se queja.
Y luego se siente una vergüenza tremenda.
Como la chica de las galletas.

.........y el hombre que partió la última que le quedaba.

-Algo así haces tú con tu blog: compartes tu paquete y nos vas dejando coger todas estas maravillas.

Un beso.