*/ Contaminados ...
"Colored Shadows" ???
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de
David Servan-Schreiber
El sufrimiento de otras personas activa nuestros cerebros como si ese dolor fuese nuestro. Esa reacción emocional es el fundamento mismo del ser humano.
Débora no deja de dar vueltas por la sala de espera del hospital. Es la tercera sesión de quimioterapia para su hija y se imagina cómo, una vez más, el frío veneno, aunque necesario, se expande por las venas de Catherine. Tiene la impresión de sentir las náuseas que tiene su hija y los retortijones de estómago. Piensa que daría cualquier cosa por ponerse en lugar de ella.
Roni mira fijamente la pantalla del televisor. Cien mil refugiados huyen de la guerra que azota el país. Hace días que caminan, casi siempre sin agua ni comida. Llevan maletas atadas con cuerdas al cuerpo. Un hombre con la mirada perdida lleva en los brazos a su hijo muerto. La cámara se detiene en su turbante deshecho, en sus brazos que estrechan inútilmente al pequeño contra su pecho. Roni se levanta del asiento. Es médico y no puede permanecer impasible. Quiere colaborar en lo que sea y le gustaría estar allí. Unos días más tarde, se une a Médicos sin Fronteras.
Cuando nos vemos sumidos en un estado de sufrimiento, todo nuestro organismo actúa para hacerle frente. Es la famosa reacción "de combate o de huida". Pero, ¿De dónde nos viene este sentimiento que nos hace sufrir a veces en lugar del otro? ¿Este poderoso impulso que nos empuja a hacer lo que sea para aliviarlo, como si fuéramos nosotros quienes estuviéramos sufriendo? En el laboratorio del profesor Frith de imaginería cerebral de la Universidad College en Londres, varias mujeres aceptaron someterse a un escáner con resonancia magnética mientras sus maridos recibían descargas eléctricas. A éstas se les informaba unos segundos antes de que la descarga fuera emitida y además tenían un espejo para ver cómo la mano de sus maridos se contraía por el dolor. En sus caras se podía leer el dolor que sentían al ver sufrir al hombre que amaban.
Sin embargo, lo que realmente interesó al equipo dirigido por la joven investigadora Tania Singer era lo que ocurría en sus cerebros: las regiones del cerebro emocional que se activaron eran las mismas que lo habrían hecho si ellas hubieran recibido las descargas. El dolor ajeno había pasado a ser el suyo propio. Su cerebro se lo había apropiado. En el caso de estas mujeres conectadas por amor a sus maridos lo que ocurrió fue que la membrana que separa el "mí" del "tú" se había fusionado. "Ya pihi irakema", dicen los indios Yanomamis cuando están enamorados: "Estoy contaminado por ti", es decir, "algo de ti ha entrado en mí y ahora reside en mi interior" He dejado de ser yo solo y tus emociones ahora son también mías.
Según la filósofa norteamericana Susanne Langer, bajo los efectos del amor la "membrana de la individualidad" se vuelve porosa... Por supuesto, hay personas que son más sensibles que otros a experimentar esta empatía. La capacidad de las mujeres es generalmente mayor a la de los hombres. Y a su vez, tanto entre las mujeres como entre los hombres se dan marcadas diferencias. Esta reacción automática del cerebro constituye el fundamento mismo de nuestra humanidad, de nuestra capacidad para conectar con los demás. Lo que diferencia a los mamíferos del resto de animales no se limita únicamente a la lactancia materna; también incluiría las regiones del cerebro emocional que son las responsables del lazo afectivo que existe entre padres (principalmente, la madre) y su prole. El córtex cingular (la parte del cerebro que se activa en el caso de las mujeres del experimento) se ha desarrollado para que los gritos de dolor de los pequeños, en caso de separación, le resulten insoportables. Gracias a esto, los vulnerables descendientes de los mamíferos se garantizan el contacto constante con un adulto, vital para su supervivencia.
Más allá del vínculo de sangre, nuestra capacidad para sentir compasión viene a ser la base en la que se sostiene la vocación del médico, el impulso benévolo de las asociaciones caritativas, así como el deseo que compartimos por vivir en armonía. Constituye también el fundamento mismo de la ética, como sostenía Spinoza, filósofo que tan bien entendió el vínculo existente entre la mente y el cuerpo. Este consideraba el origen de la moral en la capacidad de nuestro cuerpo a la hora de sentir las emociones de los demás: si sufre, yo sufro, luego debo evitar su sufrimiento. En nuestro cerebro está grabado el vínculo que nos une al sufrimiento, como a la felicidad del mundo que nos rodea. El vínculo que nos convierte en seres humanos, individuales y relacionados, sensibles y responsables.
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8 comentarios
Levemente -
Seguiré, seguiré ... comentando, aunque no sé si de un modo interesante.
nisu.- -
¡Esos son los bostezos que despiertan las neuronas y hacen ver lo bello que hay en los otros!
Y además los bostezos contagiados tiene que ver mucho con el nivel de empatía... ves... ¡Ya estoy bostezando!
POr favor... sigue escribiendo estos comentarios mientras bostezas.
Aaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhh.... un saludo.
Levemente -
Pero opino que el amor no es solamente eso. El amor, posiblemente, también sea ayudar al otro -estemos vinculados afectivamente o no- a que sea quien realmente es, no a quien deseamos que sea. El amor no es forjar a ... sino caminar con ...
El amor, quizás, también consista en lograr ver la belleza del otro que siempre la hay por escondida que pueda estar, por mínima que pueda ser- a pesar de su escandalosa e imperfecta humanidad, que dicho sea de paso, en mayor o menor grado habita en cada uno de nosotros.
Saludo con bostezo de recién levantada incorporado.
mía -
♥♥♥besos♥♥♥
nisu.- -
Contaminarnos del otro.
Sangon... totalmente de acuerdo en que tal vez el amor sólo consista en eso en saber que si haces daño a esa otra persona es como si te lo hicieses a ti mismo.
Y eso habla de una forma más amplia de lo que habitualmente se entiende.
Es claro que tenemos una mente preparada para la empatía.
Pero aunque el artículo especialmente habla de empatía en el dolor, se le puede dar la vuelta y el mismo mecanismo se podría dar con sentimientos positivos... Si te hago feliz me hago feliz. Mi felicidad es hacerte feliz. O para no entrar en películas raras sustituyamos felicidad por "estar bien"... si consigo que estes bien, consigo con ello estar yo bien.
A estos se añade que en los sentimientos hay un continuo mecanismo de feed-back... retroalimentación... es decir los sentimientos tienen un camino de ida y vuelta constante.
Es decir... yo consigo sentirme bien, si te hago sentirte bien... pero a la vez tú como me ves sentirme bien eso te hace sentirte bien... formándose así una cadena que se retroalimenta sin cesar.
Coincido en que vivimos en una sociedad "castrante de sentimientos", están limitados en una determinada situación o con personas específicas... y en cuanto se sale de ese ámbito, todo comienza a ser muy sospechoso.
Pero lo más curioso de todo es que... jejeje... tanto Mia en su blog, tú Sangon aquí en varias ocasiones... y yo, por supuesto, tenemos siempre en mente la frase de Berna...
"... lo único que podemos hacer es hacer lo que tenemos que hacer".
Berna sabe...
Hasta otra.
Ahimsa -
Extender estos sentimientos a toda la humanidad es tan positivo para el Mundo-mundial...
Cálidos abrazos.
Sangon -
No obstante, la tendencia social es a acotar a unos pocos, incluso individualizar este sentimiento. Como si todo se tuviera que guardar para la pareja y poco más.
Tal vez, intetar ampliar ese "Yapihi irakema" multiplicaria nuestra felicidad.
De todas formas, se hace difícil, cuando se nos induce a través de la educación y medios de comunicación a como debemos sentir. A como nos debe afectar más la muerte o sufrimiento de alguien que tiene tu misma nacionalidad, etnia, religión, ideas políticas, etc. que la muerte o sufrimiento de alguien que igualmente no conoces, pero que no cumple con esos requisitos para que tú debas sufrir por él.
La dificultad de ir contracorriente es obvia, pero repitiendo y recordando lo que decia Berna Wang: "...lo único que podemos hacer es hacer lo que tenemos que hacer"
... y yo, prefiero vivir siguiendo la "coherencia" de mi corazón.
mía -
Gracias...
♥♥♥besos♥♥♥