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................. puntos de inflexión ...

*/ Dinero...

<strong><font size=4>*/ Dinero...</strong></font>

foto nisu

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Muchas personas usan el dinero que no tienen para comprar cosas que no necesitan y con ello impresionar a gente que no las aprecia.

 

 

Walter Slezak

 

 

 

 

... editado tras algunos comentarios ...

 

 

Ver dinero roto es impactante… y es hasta delito destruirlo (de verdad), porque no es tuyo. Es del estado y te lo dan como un cromo a cambio de “vender tu tiempo”… haciendo cosas que de otro modo no harías. (dicho así suena a prostitución)… Que a eso es lo que llaman “trabajar”…. Eso sí, no es tuyo, son los cromos que se encargan luego en cambiarte para que consigas cosas necesarias… y otro montón de ellas que las han convertido en necesarias cuando no lo son… ahí esta la trampa “que pincha”…

En el fondo quería debate por el trozo de billete.

A ver… (Anne, que no fuese la bragueta del Richard no lo puedo asegurar… jejeje… pero lo que ves, lamentablemente…) … ES UN TROZO DE BILLETE REAL, de 50 euros… y lo llevo metido en mi cartera desde exactamente el día … de mi cumpleaños… (si me apuras digo hasta la hora).

(Aviso desde ya que antes de que a nadie se le ocurriese romper un billete… le podía haber aportado las cuentas corrientes de diversas ONGs… y todo el mundo conoce a “un conocido” al que 50 euros le darían vidilla (de manera infinita) un puto fin de mes).

Pues bien llevo esa esquina del billete en la cartera… y no sé porqué… Me da un no sé qué tirarlo así sin más…

La cuestión es que el día de mi cumpleaños tras un sesión matinal de cine nos íbamos a comer… y hete aquí que junto al mar y mientras atiendo una llamada de esas que te hace pasar el tiempo mientras te recuerda que el tiempo pasa, voy y le digo…

“Uuyyy… me acabo de encontrar 50 euros”…

“¡Qué suerte tienes!... Ves… ¡Feliz cumpleaños!”…

“Pero no… sólo me he encontrado la esquina que pone 50 Eu…”  … (El lado que no veis corresponde a un 50 mucho más grande)

“Vale… ¡Pues entonces es una señal!…” … (tenemos tal concepto de la transcendencia que vemos señales en todas las esquinas, y hemos convertido al destino en una especie de divinidad que nos manda mensajes al móvil).

“Si señal de que alguno ha roto un billete… jejeje…”

La cosa quedó así… pero había un montón de preguntas que no sé me quitaban de la cabeza:

¿Qué había pasado? ¿En qué circunstancias alguien había decidido romper la esquina de un billete? ¿Había querido demostrar algo a alguien con ello? ¿Sólo rompió la esquina que tengo yo, o rompió el billete en más trozos y los fue desperdigando por la ciudad?... Y… ¿Esto te obliga a guardarlo? ¿Es obligatorio encontrar a quien tiene el pedazo grande para devolvérselo? ¿Esto me unirá de algún modo a la insensata persona que decidió romper un billete? ¿Si la conozco será para bien, será para mal, o será para con un poco de celo (de pegar) irnos a cenar?... y… ¿Si no creo en las señales divinas, y el dinero se ha convertido en un dios, esto es una señal para remediar mi ateismo? ¿Si son muchos pedazos estoy obligado a conocer al resto de los “afortunados” a tener un papelillo que no sirve para nada en la cartera? ¿Debo sentirme unido a algo por una cuestión y bobada del azar?...

Tal vez, en ocasiones, creer en el destino es el mayor de los desatinos…

No os hacéis ni idea de las preguntas que me hice en la comida… daban para el guión de un libro… pero se lo dejo a uno como Paul Auster, que con esto le da como para una trilogía… Joder… si hasta miraba de reojo los billetes con los que pagaron los argentinos (directores y críticos de cine que no paraban de hablar… como argentinos) que comían al lado…

Vale no sigo… pero si alguien reconoce esta esquina que me lo diga…

Y lo que uno no sabe con esto… es como con todo… si la cosa acaba bien o acaba mal… si será para bien o para mal… y es que hasta el momento más feliz se puede torcer en el último instante.

… por poner un final que se me ocurre… resulta que voy en un avión a París… al sacar la cartera para mirar el calendario… la de al lado me ve el trozo de billete, y como una loca me dice que ella tiene otro trozo… se arma tal revuelo (revuelo en un avión… ¿Es una redundancia?)… que al final somos diez de los que viajamos, incluido el piloto, los que tenemos trozos… los juntamos… y… “Eh voila!!!” (en francés… que vamos a París!) Comprobamos que tenemos el billete entero… y eso es una fiesta, alegría, mucha alegría… ¡Como si nos hubiese tocado la lotería!... Bueno, si lo piensas, sí, 50 euros entre diez… ¡Pero hace ilusión!... ¡Uno ya está sacando el celo de un estuche!... El piloto ante tal coincidencia del azar nos saca una botella de champagne… (cava no… recordar que vamos a París), pero él, como buen profesional, brinda con agua… Lo cual nos deja más tranquilos. La cuestión es que nos sentimos unidos por algo que no sabemos que es, tenemos una nada en común, intercambiamos números de móviles y direcciones, hay hasta besos, y hasta intuímos que se está formando ya una parejita… ¡Cómo son!... El que tiene el trozo más grande busca notoriedad, es bastante prepotente, muy típico... Incluso un par tienen primos comunes… Y la rubia de pelo corto, que tiene en su trozo el mapa de Europa,  no hace más que decir que "¡Tenemos que quedar... de nuevo!", dando por hecho que, de algún modo, esta ha sido nuestra primera cita ya...

Pero, casi sin enterarnos, en el momento de aterrizar el avión revienta una rueda y se arruga por la pista, se estrella... (lo que me recuerda, que en los tebeos para representar golpe y dolor dibujaban estrellitas... y también eso de que unos nacen con estrella y otros estrellados)… todo tan rápido que todavía estabamos sonriendo y hablando de los trozos del billete… ¡No es tan mal final! ¡Qué va...!

Pues bien… más tarde… uno de los bomberos del aeropuerto, que le había tocado guardia el día de su cumpleaños, encuentra entre el revoltijo de efectos un trozo de billete de 50 euros… y se lo guarda en la cartera; lo mismo que hace la azafata que, en la otra punta de la pista se agacha, para coger otro trozo, mientras iba hablando por el móvil diciendo… “Lo tenemos que dejar…” al que ya no le hace soñar; lo mismo que el niño que en el patio del colegio, cercano al aeropuerto, tras un estruendo y un coro desafinado de sirenas, ve que le cae, haciendo simpáticos giros con el viento, como una mariposa, un trozo de billete; lo mismo que…

Buffff déjalo!!!! ¡Me tengo que deshacer de mi trozo! … ¿Alguien lo quiere? …

 

 

 

 

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13 comentarios

Mia -

uyyyyyy,y qué día tomaste la foto que te he robado,la primera...?
Abrazo que las matemáticas nunca me fueron... ;)

nisu.- -

Puestos a no desvelar nada... jejeje...
A ver. En días puntuales hay autofelicitaciones puntuales... y como curiosidad "alguien" felicita justo en el mensaje del año anterior.
Es un enigma anual.
Una felicitación enigmática, pero precisa y puntual.
Así es ...jejeje...

Saludos.-

Mia -

" Ce qui a été compris n'existe plus."
Paul Eluard
y puestos a decir,bien pudieras poner el número de esa facha de aniversario...
Abrazo
Mía

nisu.- -

Gracias.
A ver... el cumpleaños fue hace dos meses, semana arriba, quincena abajo, así que el "cacho de papel" ya lleva conmigo un tiempo y le he cogido si no cariño... al menos estima...

Mia ya te he dicho que cada vez "entro menos" en el ordenador, prefiero un mundo menos virual, y aunque no te comento te leo.
La foto por supuesto que ví que la usaste. El mismo día que la colocaste la ví, pero considero que no hace falta que te diga nada.
Tan sólo para mayor curiosidad decirte que esa fotografía fué tomada el mismo día del hallazgo del trozo de billete... ya ves...
casualidades... confluencias astrales o cosas de esas...

Berna, para escribirlo "comilfó" habría que escribir "comme il faut" y ni lo pretendo, ni pretendo quitarme la pereza que me da...
Al contrario, admiro decirlo todo en pocas frases como haces tú...
Gracias.

Pero... ¿Qué hago con el trozo de billete?... esa es la cuestión... ¿Le tengo que dejar que entre en mi vida así como así?... jejeje...

Como muchas cosas que te encuentras en la vida... Al final no comprendes que significan y no sabes que debes hacer con ellas...
y lo que parecía encuentro al final es algo enigmático que no sabes a que conduce...

saludos.-

Berna -

Me ha gustado el relato. Deberías escribirlo "comilfó" :-) Y sí, feliz cumpleaños con retraso :-)

Mía -

uy que se me olvidaba,felicidades x el cumpleaños al que por lo visto,todos llegamos tarde,menos la esquina del billete...
Sabías de este otro robo?
http://mialuaf.blogspot.com/2007/10/alternando-con-la-holanda_20.html
Abrazo
Mía

Mia -

Lo del chiste lo que más!
Gracias por compartirlo.
Por suerte las mitades se pueden interpretar...
Medio lleno,medio vacío...
Encontrar la otra mitad de la naranja,o el billete...
Abrazo
Mía

Carla -

¡Genial!
Me ha encantado el "chiste".
E igual es una señal.

¡Si sólo dios me diera una señal clara!... como depositar a mi nombre una enorme suma de dinero en un banco suizo.
Woody Allen

Saludos.

nisu.- -

Gracias...

A ver Anne... Los cardos pincharon al cogerlos y todavía pinchan cuando "te arrimas". Son altamente sensible "al roce".
Este no puedo decir exactamente de donde es... Los tenemos de Medina Azahara (Córdoba) y de la Alpujarra (Granada), dos lugares "que no pinchan"... pero ya no los distinguimos.

Y lo siento... PERO EL TROZO DE BILLETE ES REAL...

Y lo voy a explicar EDITANDO el texto y añadiendo "el chiste"...

Hoy tengo un día inspirado y hay que aprovechar... jejeje...

Saludos.-

Anne -

A mi lo que me preocupa es el cardo (¿ Se habrá pinchado nisu al cogerlo?) porque está claro, Carla, que es un billete de "pega" jajajjaj.

"Hay cosas más importantes que el dinero pero ¡ cuesta tanto conseguirlas! Groucho.

Carla -

Ya. Muy bien.
¿Pero has roto un billete para hacer la foto o es un pu(t)(r)o (como tú dices) montaje?
¿No habrás sido capaz?
???????

Mia -

slezak y tolstoy y tantos más de entre nosotros,pero la trampa que nos tiende es que se nos ha hecho imprescindible...
"Poderoso caballero don dinero"
Abrazo
Mía

Beatriz -

"El dinero no representa más que una nueva forma de esclavitud, la esclavitud impersonal, que ha sustituido a la antigua esclavitud personal".
Tolstoy