*/ Calcetines ...
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He decidido hacer una prueba. Y para ello he trazado una línea imaginaria dentro de mí… de tal modo que en un lado quedase todo aquello que es deseo realmente necesario, y en el otro, todo lo innecesario que a veces deseo.
Entonces he comprobado que en ocasiones lo realmente necesario traspasa la línea y lo siento como un urgente e innecesario deseo, y los deseos innecesarios se pasan de la raya y se convierten en una incomprensible e indeseada necesidad… Y es como si todo me diese la vuelta. Un cambio en el que no entiendo de que lado estoy. Como si me hubiese invertido en torno a un eje ficticio, convertido así en mi propio negativo. Como si se me hubiese quedado la piel hacia adentro y fuese evidente todo mi interior.
Pero rápidamente todo se vuelve a mover… y todo lo que en principio me era realmente necesario, que había sentido como deseo innecesario, vuelve a su lugar pues eran, sin duda, deseos verdaderamente necesarios, y todo lo innecesario que había deseado, que se había convertido, de algún modo incomprensible, en viva necesidad, se vuelven a convertir, necesariamente, en deseos puramente innecesarios…
Y al final, la verdad, con tanto pasarme esa línea imaginaria, necesitando como deseo innecesario lo necesario, y tanto ir de un lado para otro, deseando con necesidad lo innecesario que deseo, me he quedado doblado como unos calcetines. Y he pasado con rápidos movimientos del tendedero al cajón, sin saber en que parte se esconde la puntera, y por donde me ha quedado el talón.
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3 comentarios
nisu.- -
Pero como dices todo forma parte de uno mismo.
Parte de una premisa imposible. Parte del hecho de que pudiesemos hacer entre nuestros deseos y necesidades una línea imaginaria... y eso es imposible porque todo lo tenemos dentro bien revuelto y es imposible poner orden.
¡Ponte por ejemplo a separar afectos de deseos! ... ...
Nada... por comentarlo...
Saludos.-
Carla -
Pero sean deseos necesarios o deseos innecesarios, son deseos, y forman parte de uno mismo. Unos prevalecen sobre otros. Por eso te quedas finalmente "doblado".
¡Me gusta!
Saludos.
Mia -
Nunca me he sentido ni tan doblada,ni tan encerrada!
Menos mal que tus alas son anchas y que para fotografiar la vida,brindarnos poesía,te sales de vez en cuando,o todos los días...
Abrazo
Mía